Memoria de testigos
investigación memoria
La memoria de testigos es
la evidencia más peligrosa que puede utilizarse en un juicio porque cuando un
testigo señala a un acusado el caso se acabó.
Los
estudios pioneros de Elizabeth Loftus sugieren que la memoria
puede ser manipulada. Loftus indica que la nueva “información” que se produce
después del hecho en cuestión se incorpora con frecuencia a la memoria,
produciendo un cambio en la recuperación de los hechos por parte del testigo. Lo
que nos indica que la memoria es moldeable y que se puede influir sobre los
recuerdos de las personas.
Un aspecto muy estudiado
sobre la memoria de testigos es si las respuestas de los testigos en los
interrogatorios son susceptibles de dejarse influenciar por el modo en que son
formuladas las preguntas.
Los
resultados del experimento de Loftus y Palmer (1974)
sugieren que nuestra memoria es frágil y puede dejarse influir por
acontecimientos que ocurren después del evento del que somos testigos. El simple cambio del verbo usado en la
formulación de la pregunta puede influir en los resultados de nuestras
estimaciones sobre un suceso.
Los resultados de otros
estudios similares indican que la información presentada entre la ocurrencia de
un evento y el testimonio prestado posteriormente puede influir y modificar el
testimonio prestado. Esto es un ejemplo de interferencia
retroactiva. Aunque un estudio reciente muestra también la influencia de la
interferencia proactiva; lo que
sugiere que las experiencias previas de los testigos al hecho en cuestión por
el que después son interrogados pueden influir y producir una distorsión en las
respuestas a las preguntas de un interrogatorio.
Efectos
de la interferencia: los estudios de Loftus y la hipótesis
reconstructiva
Uno de los temas más
estudiados sobre la memoria de testigos es si las respuestas de los mismos en
los interrogatorios son susceptibles de dejarse influir por el modo de formular
las preguntas.
Para
explicar la fragilidad de la memoria, Loftus y Palmer propusieron la hipótesis
reconstructiva, según la cual, la información aportada
después de una experiencia puede sustituir los contenidos de la huella de
memoria original. La memoria no
almacenaría, por tanto, hechos y acontecimientos de modo permanente.
La razón para que esto
ocurra se debe a que la memoria de las personas que son testigos de un hecho
complejo está formada por dos tipos de
información: la obtenida en el momento en que presencian el suceso y la que
se les proporciona después del acontecimiento del que son testigos.
Estas dos fuentes de
información se integran de forma que la persona puede a veces no ser capaz de
recordar los detalles del hecho.
La
memoria de testigos en la investigación de acciones criminales
Las falsas memorias pueden crearse en el laboratorio y se cree que
pueden ser el resultado de un problema de deseabilidad social. En cualquier
caso, la memoria puede resentirse debido a la sugestión que puede proceder de
diferentes fuentes.
La situación más efectiva
para que se den falsas memorias es aquella en la que se proporciona a la
persona que está prestando testimonio una razón para pensar que el
acontecimiento criminal ha sucedido realmente y además recibe presiones en
repetidas ocasiones en distintos interrogatorios para pensar que el recuerdo es
correcto.
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