Pleitos tengas…
En 1993, hace ya 25 años, se publicó un artículo sobre la responsabilidad legal de los médicos en casos de negligencia médica. El artículo señalaba que la negligencia “ha alcanzado una importancia desconocida en España”. Tras analizar las resoluciones judiciales se observaba cómo la gran mayoría de los veredictos, tanto en Jurisprudencia Civil como Penal, correspondían a los últimos 13 años, con una tasa anual de 0,4 denuncias por 100 médicos. Se concluía afirmando que “existen razones para considerar la situación española muy lejos del nivel de Estados Unidos”. La medicina española ha evolucionado mucho desde entonces, y hoy día esta última afirmación ya no se podría realizar. Por desgracia, estamos muy cerca del nivel de demandas médicas existentes en Estados Unidos.
En
un conocido estudio realizado por la Organización Médica Colegial (OMC) en
colaboración con la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias
(SEMES) y la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria
(SESPAS) se ponía de manifiesto cómo el 88,7% de los médicos de Urgencias
hospitalarias siente que la amenaza de denuncia o demanda judicial condiciona
su práctica asistencial; y el 91,3% considera que la presión judicial sobre
ellos se ha incrementado considerablemente. Respecto a la cantidad de denuncias
recibidas, el 54,5% ha recibido al menos una reclamación y el 23,6% una
denuncia. Es decir, casi uno de cada cuatro ha sido denunciado ante los
tribunales, a pesar de que los médicos de urgencias no son los más denunciados.
Las
especialidades más denunciadas en casi todos los estudios nacionales e
internacionales suelen ser, por este orden, traumatología, ginecología y
obstetricia, cirugía plástica, cirugía general y medicina interna; pero también
se denuncia con frecuencia a médicos de urgencias, cardiólogos, pediatras,
anestesistas o a las grandes cirugías. Proporcionalmente, los médicos de
Atención Primaria son los que menos pisan los tribunales. Respecto a las causas
de denuncia, desde un punto de vista procesal, suelen ser errores en el
diagnóstico, retraso diagnóstico, falta de información o consentimiento y malpraxisterapéutica.
Si escogemos traumatología, la especialidad más denunciada en España, el 83% de
las denuncias son por vía judicial y de ellos el 53% son penales. Aunque el 70%
son archivadas y sólo el 3% de las denuncias acaba condenando al médico, casi
un tercio conlleva condena económica, que es lo que realmente se busca en la
mayoría de casos.
Diversos
estudios muestran cómo la mayoría de las demandas se relacionan con el
reembolso económico, especialmente en la práctica privada. Tomemos como ejemplo
de la neurocirugía y los datos que arrojó un estudio español que analizó las
sentencias contra neurocirujanos registradas entre 1995 y 2007. Fueron
absueltos aproximadamente la mitad de los casos, en un tercio se
identificó malpraxis, una quinta parte acabó en la vía penal y
cuatro de cada cinco sentencias se acompañó de indemnización económica, con
cantidades entre 60.000 y 600.000 euros (de hace más de 10 años). En las
demandas a médicos, el dinero importa.
El
aumento de las denuncias a los médicos tiene consecuencias negativas para
todos, médicos, pacientes e incluso para la sociedad. Lo médicos, por una
parte, no son los mismos tras pasar por un tribunal. Se vuelven más
susceptibles con los enfermos, temiendo ser denunciados a pesar de dar lo mejor
de sí mismos. Es obvio que el uso excesivo de la vía penal en las reclamaciones
aumenta todavía más el miedo a ser denunciados. Tanta demanda lleva a que
profesionales vocacionales se desencanten con la profesión y practiquen la
denominada medicina defensiva: realizar procedimientos diagnósticos o
terapéuticos con el propósito de evitar demandas por mala praxis. En el estudio
citado, realizado por la OMC, el 90% de los médicos de urgencias realiza
pruebas diagnósticas de dudosa utilidad y el 63% cree que la estancia en
urgencias de pacientes ya diagnosticados se alarga innecesariamente para
prevenir problemas legales.
Los
pacientes también pagan las consecuencias de tanta demanda, porque no es bueno
para ellos que los médicos les atiendan con temor y practiquen medicina
defensiva, ya que aumenta el riesgo de iatrogenia, sobrediagnóstico y malas
prácticas; y a ello se añaden los costes, económicos y de otro tipo, que supone
para la sanidad, pública y privada, y para las aseguradoras. Salvo para aquel
que cobra, las demandas son un muy mal negocio en medicina.
Descrito
este triste panorama se impone aportar algunas pautas que permitan ejercer la
profesión con tranquilidad y ofreciendo la mejor calidad posible a los
enfermos. En primer lugar, señalar que la mejor manera de prevenir demandas es
hacer el trabajo correctamente: mantener una buena relación clínica y hacer lo
debido desde el punto de vista técnico. Si tenemos una relación de confianza
con los pacientes y allegados, un vínculo de confianza entre ambas partes,
resultará más fácil el acuerdo y la conciliación. Esta relación de confianza
debe incluir dar una información adecuada y solicitar el consentimiento a los
pacientes antes de realizar cualquier procedimiento. En cuanto a la parte
técnica, al médico se le puede exigir que ponga todos los medios disponibles a
su alcance (por ejemplo, realizar un electro a paciente un dolor torácico),
pero no es exigible que siempre se obtenga el resultado correcto, ya que la
medicina, aun aplicando todos los recursos, es falible. Si tras el electro y la
curva enzimática se da de alta al paciente y este sufre un infarto en su casa,
si el médico de urgencias actuó correctamente no tendrá problemas legales.
Además
de ser buenos médicos en la relación con los enfermos y técnicamente, para
prevenir demandas o para que estas no prosperen, el médico tiene que registrar
su actividad en la historia clínica. El consentimiento informado debe ser siempre
verbal, pero en situaciones de riesgo ha de ser, además, escrito y tiene que
quedar prueba escrita de toda la praxis médica, aunque sea de procedimientos
menores, ya que precisamente los procedimientos con menor riesgo de muerte
constituyen el grupo que más se demanda. Por último, conviene que el médico
tenga una formación mínima médico-legal. En el estudio de la OMC, el 86,7%
carece de los conocimientos médico-legales suficientes para afrontar la mayoría
de los posibles problemas legales, y el 60,6% desconoce las posibles
consecuencias de una denuncia.
Hemos
hablado sobre todo del médico, pero hay otro actor principal implicado: los
pacientes, si han padecido una mala praxis, por supuesto tienen todo el derecho
a denunciar, pero no deben olvidar que los cantos de sirena de las
indemnizaciones pueden terminar resquebrajando uno de los mejores sistemas
sanitarios del mundo. En cuanto a las instituciones sanitarias, han de procurar
el mejor apoyo al médico, indefenso y atemorizado ante la amenaza de verse en
los tribunales. Ante un problema legal, el 88% de los médicos de urgencias no
se siente protegido por las estructuras hospitalarias ni sanitarias, y el 79,1%
tampoco siente respaldo de la dirección del centro, mientras que el 67,6%
percibe comprensión y solidaridad por parte del resto de médicos del servicio.
Llovet Delgado
JJ. Judicial claims for medical malpractice. Rev Sanid Hig Publica (Madr).
1993 Jul-Aug;67(4):315-23.
- Santiago-Sáez
A, Perea-Pérez B, Labajo-González E, Albarrán-Juan ME, Barcia JA. Analysis of judicial
sentences against neurosurgeons resolved in second court of justice in
Spain in the period from 1995 to 2007. Neurocirugia
(Astur). 2010 Feb;21(1):53-60.
- Traina F. Medical malpractice: the experience in Italy. Clin Orthop
Relat Res. 2009 Feb;467(2):434-42. doi: 10.1007/s11999-008-0582-z.
- Santiago-Sáez A, Perea-Pérez B, Albarrán-Juan ME, Labajo-González E,
Anadón-Baselga MJ, Almendral-Garrote J. Analysis of judgments in the
practice of cardiology resolved on appeal in Spain between 1992 and
2007. Rev Esp Cardiol (Engl Ed). 2012
Sep;65(9):801-6.
- Santiago-Sáez A, Perea-Pérez B, Albarrán-Juan ME, Labajo-González E,
Reneses-Prieto B. Analysis of judicial sentences against psychiatrists dictated
by appellate courts in Spain between 1992 and 2007. Actas Esp Psiquiatr. 2011 Nov-Dec;39(6):393-400.
- Estudio
sobre práctica médica en los servicios de urgencia hospitalarios y riesgo
legal. Organización Médica Colegial.
Disponible en: http://www.semes.org/sites/default/files/estudio-practica-medica.pdf
- Las 3
especialidades médicas que más van a juicio.
Disponible en:
https://www.redaccionmedica.com/noticia/estas-son-las-3-especialidades-que-concentran-mas-denuncias-88883
- Medicina
de Familia, la especialidad sanitaria que menos visita a los jueces.
Disponible en:
https://www.redaccionmedica.com/noticia/los-mdicos-de-familia-son-los-que-menos-reciben-demandas-88570
Fuente Univades Editorial médica
No hay comentarios:
Publicar un comentario