La
psicopatía (I): Psicópatas primarios
No hay un campo que más inquiete y
atraiga a la gente que sea el de la psicología forense y criminológica. Se
entiende por psicología
forense y criminalística el conjunto de principios, métodos y
técnicas de la psicología científica que se aplica al conocimiento del delito
en general y al crimen en particular y que contribuye al análisis e la
investigación de delitos graves y a la identificación de sospechosos. ¿Cómo
piensa un delincuente? ¿Por qué actúa? ¿Todos los delincuentes son psicópatas?
¿Todos los psicópatas son delincuentes? Vengan conmigo a introducirse en la
mente del psicópata…
Esta vez os traigo una trilogía de
post sobre la psicopatía: psicópatas primarios, psicópatas secundarios y
psicópatas socializados. Pero vayamos poco a poco, hoy empiezo por los
psicópatas primarios.
La psicopatía
primaria es un trastorno
de personalidad caracterizado por la tendencia a dominar mediante la
amenaza, sin remordimientos, manipuladores, arrogantes, utilizan la violencia
instrumental…todo ello bajo una apariencia de normalidad,
y que no
conduce necesariamente al crimen. En datos objetivos, en España
existe entre el 1.23 – 3.46% de psicópatas entre nosotros, es decir,
aproximadamente 1200 psicópatas por cada 100000 habitantes, y solo 30 de esos
1200 psicópatas son delincuentes. Por tanto, estamos hablando de un porcentaje
de población extremadamente bajo, aún así existen y debemos dar respuesta a
interrogantes como: ¿por qué son más vulnerables a las conductas delictivas?
Los psicópatas primarios obtienen
satisfacción de su comportamiento antisocial, porque tienden a no sentir vergüenza,
culpa o remordimiento alguno. Su comportamiento antisocial
(muchas veces marcadamente amoral pero no necesariamente fuera de la ley) no
tiene como objeto la venganza o robar sino que es por el placer
de romper normas sociales (y en último término normas marcadas
por la ley). Esto nos dice que los dos componentes principales de la conciencia,
evitación de las conductas que no debemos hacer y remordimiento si las hemos
realizado, no se pueden adquirir adecuadamente. Ambos componentes son clave
para la socialización.
¿Pero por qué se comportan así? ¿Se
podría cambiar? La dificultad que tienen para socializar es principalmente de
origen biológico. La teoría biológica que más ha cogido fuerza para explicar el
comportamiento de los psicópatas primarios es la Teoría del Bajo Miedo.
Todos
tenemos capacidad para experimentar miedo, en mayor o menor medida (recibe el
nombre de temerosidad). La temerosidad está
relacionada con la capacidad de sentir miedo y responder con temor, es decir,
evitar las situaciones que nos producen miedo. Se trata de una conducta
adaptativa, puesto que si nos encontramos con un peligro que amenaza a nuestra
superviviencia, lo primero que hacemos es huir. Pero si no se siente miedo ante
situaciones peligrosas, no se adquiere la experiencia emocional de miedo (no
tendríamos memoria emocional) entonces no respondemos con temor: esto es lo que
les pasa a los psicópatas primarios. Esto conduce a una dificultad
para desarrollar conductas de evitación del castigo. Luego, los
psicópatas tienen una conciencia débil o poco desarrollada.
La Teoría del Bajo Miedo da una
explicación psicofisiológica sobre la psicopatía primaria. Está implicado el
sistema límbico, más en concreto la zona amigdalar; y el córtex prefrontal, que
está relacionado con el comportamiento racional. Los estudios nos muestran que
los psicópatas primarios presentan baja activación de la amígdala
y del córtex prefrontal, esto se traduce en el hecho de que
tienen dificultades para formar memorias emocionales y en la toma de
decisiones. En la baja respuesta amigdalar está implicado un catabolito de la
serotonina. el hidroxi – indoleacético (5 – HIAA), que
se encuentra con bajos niveles en los psicópatas primarios. 5 – HIAA en
cantidades normales actúa como freno de la agresividad.
¿En qué se traduce todos estos
cambios psicofisiológicos en un psicópata primario? Principalmente en que el
sistema que domina en su cuerpo es el sistema dopaminérgico.
Como muchos habreis oído ya, la dopamina es la hormona que nos “premia”, nos
hace sentirnos bien. Lo que pasa es que si este sistema dopaminérgico no está
equilibrado, se premia al organismo con situaciones en las que NO debería
premiarnos. En el caso de los psicópatas primarios, la dopamina sube sus
niveles ante situaciones
violentas, agresivas, de peligro para otros…Esta apetencia es
muy difícil de reprimir, son principalmente buscadores de sensaciones,
muy impulsivos
puesto que quieren conseguir esa sensación de bienestar que les da la dopamina.
Si
como estamos diciendo, esto tiene repercusiones en la conciencia, podemos
encontrarnos con los siguientes resultados:
- Escaso
condicionamiento al miedo:
aprenden mal a tener miedo, poco y lo poco que aprenden se les extingue
rápidamente
- Débil
mecanismo de anticipación al castigo: no desarrollan respuestas de ansiedad ante
situaciones en las que se prevee un castigo.
- Dificultad
para la empatía: la dopamina se relaciona con
los estados emocionales positivos, por tanto, no tienen dificultades para
entender las emociones como la alegría, la felicidad…Sin embargo, este
sistema, al estar demasiado activado, hace que otros sistemas (como el de
la serotonina) relacionados con las emociones negativas sean
disfuncionales. Por tanto, no son capaces de
empatizar ante una persona que sufre o que está triste.
Si como hemos visto, los psicópatas
primarios no tienen conciencia, no aprenden del castigo (y por tanto va a ser
muy difícil su rehabilitación si son delincuentes), y no tienen empatía
¿serían responsables penales de sus actos delictivos?
La
respuesta es DEPENDE (como todo en psicología). Los psicópatas no aprenden del
castigo, y según nuestro código penal actual “castigar” es hacer responsable a
una persona de sus actos, normalmente en los casos de psicopatía diagnosticada
se suele aplicar un atenuante (la pena se queda en 2
años y medio aproximadamente, incluso si han cometido un asesinato). Al final
acabamos castigándolos porque no hay alternativa, porque hoy en día seguimos
definiendo a los psicópatas como “malvados” y no como enfermos mentales. Por
otra parte, los psicópatas primarios tienen dificultad para la valoración
emocional del riesgo pero no muestran dificultad para
ejercer control emocional sobre sus reacciones agresivas, es
decir, saben perfectamente lo que les pasa a los otros aunque no se compadezcan
de su dolor. Si
dañan a los demás, saben lo que están haciendo. ¿Eso sería una
causa de su responsabilidad penal? Eso ya lo dejamos en manos de los jueces…
No quiero poner la etiqueta de
“delincuente” a todos los psicópatas, porque no es cierto, no todos los
psicópatas delinquen, como ya vereis en el post que escribiré sobre los
psicópatas socializados. Sin embargo, como siempre gusta, os traigo unos
ejemplos de psicópatas primarios que cruzaron esa línea roja y se convirtieron
en asesinos. ¿Sois
capaces de reconocer las características de los psicópatas primarios que os he
enseñado?:
Ted Bundy
Ted Bundy fue un
asesino en serie, que actúo entre 1974 y 1978, recorriendo varios estados del
oeste americano atacando a jóvenes estudiantes en sus propios dormitorios o
raptándolas en lugares públicos. Todas las víctimas correspondían a un mismo
patrón: jóvenes, morenas, peinadas con la raya en medio, estudiantes
brillantes…Una de sus formas más comunes para manipular era despertando pena en
las chicas con un brazo supuestamente roto que llevaba en cabestrillo. Las
supervivientes contaban que era un chico atractivo, simpático, a veces incluso
seductor. Luego se descubrió que aparentaba ser el chico perfecto: estudió
derecho y colaboraba activamente en campañas políticas. Solía matar a sus
víctimas con un objetos pesados y con gran violencia. Fue ejecutado en la silla
eléctrica, acusado del asesinato de 14 jóvenes. Y eso solo las que fueron
confirmadas…
Cayetano
Santos Godino, “Petiso orejudo”
¿Un asesino nace
o se hace? Nos podemos hacer esa pregunta con él, Cayetano Santos Godino, o
como le llamaban despectivamente Petiso Orejudo, si veis la foto ya sabreis por
qué. Fue responsable de la muerte de cuatro niños, otros siete intentos de
asesinato y piromanía, en Buenos Aires (Argentina) en 1912. Engatusaba a los
niños con golosinas o les engañaba diciéndoles que sus padres les estaban
buscando. Los llevaba a sitios apartados, y les mataba con piedras o con
hierros contundentes. Muchas veces experimentaba con esos niños los límites del
dolor. Fue descubierto tras muchas de las negliencias de la polícía, que no
supo ver que estaban ante un niño asesino. Fue apresado y encerrado de por
vida. Cuando se le preguntó por su primera víctima, él dijo: “quería saber lo
que se sentír al matar”, nunca de arrepintió de sus actos. Paradójicamente,
tras décadas de estar encerrado, en 1944 cometió el error de matar a un gato
dentro de la cárcel del que muchos presos sentían cariño. Por ello fue
asesinado por sus compañeros de cárcel.
Tony King
Tony King
asesinó a dos mujeres en España: Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes.
Desafortunadamente este caso es famoso por ser uno de los casos más graves de
error jurídico, ya que una inocente fue acusada de uno de los dos delitos.
Psicópata diagnosticado, las personas que le conocían le describían como
altanero, adulador, encantador, callado, inteligente…Sin embargo era un
mentiroso compulsivo. Ya tenía una larga carrera delictiva en su país de
origen, Reino Unido, donde el juez tuvo claro que no era posible su reinserción
social. No por ello dio muestras de arrepentimiento cuando se le acusó
finalmente de la muerte de las dos chicas en España.
Próxamente: “La Psicopatía (II):
Psicópatas secundarios”
Para saber
más:
Francisco Pérez Cabarllero. Dossier
Negro. Editoral: Atanor
Crimen e Investigación. Instinto
criminal. Editoral: Plaza & Janes Editores
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Jessica.https://larealidadpsicologica.wordpress.com/2015/06/16/la-psicopatia-i-psicopatas-primarios/
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