Aprendizaje basado en el fracaso. La asignatura
pendiente. #innovacioneducativa.
por Angel Fidalgo.
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Un
niño tiene muchas caídas antes de aprender a caminar. El aprendizaje a través
del fracaso es innato al desarrollo físico del ser humano.
Un
adolescente tiene muchas caídas en la bici antes de aprender a manejarla con
soltura. El aprendizaje a través del fracaso es algo natural a la adquisición
de una nueva habilidad.
Un
trabajador tiene muchos fallos cuando se enfrenta por primera vez a una nueva
tarea. El aprendizaje a través del fracaso es algo natural a la adquisición de
una nueva competencia.
Incluso
una persona que ha conseguido grandes logros en su vida, antes ha tenido
fracasos. El aprendizaje a través del fracaso es algo natural para la
adquisición de conocimiento y experiencia.
Todos
los casos mencionados tienen tres cosas en común: El deseo inquebrantable de
conseguir algo, el aprendizaje a través del fracaso al intentar conseguirlo y
la reducción del camino que tiene que recorrer el individuo para alcanzar el
logro.
Si
el aprendizaje a través del fracaso es algo natural asociado al desarrollo
físico, mental y profesional del ser humano, parecería lógico que también lo
utilizáramos en la formación académica. ¿Se utiliza?, basta con responder a
estas simples preguntas para saberlo:
·
¿El profesorado se centra en fomentar el deseo de aprender los
conocimientos que imparte en sus asignaturas?
·
Cuando el alumnado fracasa en la realización de una prueba ¿se
le suspende o se utiliza como una oportunidad de aprendizaje?
Es
cierto que gestionar de forma individual a cada alumno para que, a partir de
sus propios fracasos, reduzca el camino hasta alcanzar el logro de aprender
sería inviable con las actuales condiciones de masificación de las aulas. Sin
embargo, si usamos los fracasos individuales como recursos de aprendizaje
colectivo, entonces se reduciría enormemente dicho esfuerzo.
Utilizar
el fracaso individual como aprendizaje colectivo, es como si todos los niños de
un grupo aprendiesen de las caídas de la bicicleta de cada uno de ellos. Todos
tardarían menos en aprender a montar en bici.
Gestionar
los errores es la base del aprendizaje basado en el fracaso. Esto no es algo
nuevo, en aviación civil, cuando se identifica un error (que conduce a un
pequeño accidente), se analizan las causas, se corrigen para que no vuelva a
ocurrir y esa experiencia se transmite tanto a la compañía aérea en la que se
produjo el accidente como al resto. Esta acción no sólo tiene por objeto la
mejora, sino la prevención de un accidente de mayor envergadura. Si no se
corrigen los pequeños accidentes es más probable que ocurra uno mayor.
El aprendizaje basado en el fracaso no sólo es una forma de conseguir el
logro, es una forma de evitar que se produzca un desastre académico. El
verdadero desastre no es suspender, es que el alumnado después de cursar su
asignatura no haya adquirido una nueva habilidad, competencia, conocimiento o
experiencia.
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