lunes, 24 de diciembre de 2018

Aprendizaje basado en el fracaso. La asignatura pendiente. #innovacioneducativa.

Aprendizaje basado en problemas
Un niño tiene muchas caídas antes de aprender a caminar. El aprendizaje a través del fracaso es innato al desarrollo físico del ser humano.
Un adolescente tiene muchas caídas en la bici antes de aprender a manejarla con soltura. El aprendizaje a través del fracaso es algo natural a la adquisición de una nueva habilidad.
Un trabajador tiene muchos fallos cuando se enfrenta por primera vez a una nueva tarea. El aprendizaje a través del fracaso es algo natural a la adquisición de una nueva competencia.
Incluso una persona que ha conseguido grandes logros en su vida, antes ha tenido fracasos. El aprendizaje a través del fracaso es algo natural para la adquisición de conocimiento y experiencia.
Todos los casos mencionados tienen tres cosas en común: El deseo inquebrantable de conseguir algo, el aprendizaje a través del fracaso al intentar conseguirlo y la reducción del camino que tiene que recorrer el individuo para alcanzar el logro.
Si el aprendizaje a través del fracaso es algo natural asociado al desarrollo físico, mental y profesional del ser humano, parecería lógico que también lo utilizáramos en la formación académica. ¿Se utiliza?, basta con responder a estas simples preguntas para saberlo:
·         ¿El profesorado se centra en fomentar el deseo de aprender los conocimientos que imparte en sus asignaturas?
·         Cuando el alumnado fracasa en la realización de una prueba ¿se le suspende o se utiliza como una oportunidad de aprendizaje?
Es cierto que gestionar de forma individual a cada alumno para que, a partir de sus propios fracasos, reduzca el camino hasta alcanzar el logro de aprender sería inviable con las actuales condiciones de masificación de las aulas. Sin embargo, si usamos los fracasos individuales como recursos de aprendizaje colectivo, entonces se reduciría enormemente dicho esfuerzo.
Utilizar el fracaso individual como aprendizaje colectivo, es como si todos los niños de un grupo aprendiesen de las caídas de la bicicleta de cada uno de ellos. Todos tardarían menos en aprender a montar en bici.
Gestionar los errores es la base del aprendizaje basado en el fracaso. Esto no es algo nuevo, en aviación civil, cuando se identifica un error (que conduce a un pequeño accidente), se analizan las causas, se corrigen para que no vuelva a ocurrir y esa experiencia se transmite tanto a la compañía aérea en la que se produjo el accidente como al resto. Esta acción no sólo tiene por objeto la mejora, sino la prevención de un accidente de mayor envergadura. Si no se corrigen los pequeños accidentes es más probable que ocurra uno mayor.
El aprendizaje basado en el fracaso no sólo es una forma de conseguir el logro, es una forma de evitar que se produzca un desastre académico. El verdadero desastre no es suspender, es que el alumnado después de cursar su asignatura no haya adquirido una nueva habilidad, competencia, conocimiento o experiencia.

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