PLATON II
Obra. Artículo
principal: Diálogo platónico. Papiro Oxyrhynchus, con fragmento de La
República.
Todas las obras de Platón, con las excepciones de
las Cartas y de la Apología están escritas —como la mayor parte de los escritos
filosóficos de la época— no como poemas pedagógicos o tratados, sino en forma
de diálogos; e incluso la Apología contiene esporádicos pasajes dialogados. En
ellos sitúa Platón a una figura principal, la mayor parte de las veces
Sócrates, que desarrolla debates filosóficos con distintos interlocutores, que
mediante métodos como el comentario indirecto, los excursos30o el relato
mitológico, así como la conversación entre ellos, se relevan, se completan o se
entretejen; también se emplean monólogos de cierta extensión.
Entre los
diálogos platónicos, que se caracterizan estilísticamente por compartir la
forma de diálogo, cuya utilización en filosofía él inauguró, pueden señalarse
los siguientes como los más influyentes: Crátilo, un examen de la relación
entre el lenguaje y la realidad, evaluándose tanto una teoría naturalista del
lenguaje como una convencionalista;n. 6Menón, una investigación sobre la
virtud como conocimiento y su posibilidad de ser enseñada, fundamentada
ontológicamente mediante una prueba y exposición de la teoría de la
reminiscencia;n. 7 Fedón, una demostración de la naturaleza divina e
imperecedera del alma y el primer desarrollo completo de la teoría de las
Ideas;n. 8 Banquete, la principal exposición de la particular doctrina
platónica acerca del amor;n. 9 República, diálogo extenso y elaborado en el
que se desarrolla, entre otras cosas, una filosofía política acerca del estado
ideal, una psicología o teoría del alma, una psicología social, una teoría de
la educación, una epistemología, y todo ello fundamentado, en última instancia,
en una ontología sistemática; N.10
Fedro, en el que se desarrolla una compleja e influyente teoría psicológica y
se abordan temas como el deseo, el amor, la locura, la memoria, la relación
entre retórica y filosofía y la pobreza del lenguaje escrito en contraposición
al genuini lenguaje oral;31 Teeteto, una inquisición sobre conocimiento en
orden a hallar su naturaleza y su definición; n. 11 Parménides, una crítica de
Platón -puesta en labios del filósofo eleata- a su propia teoría de las Ideas
tal como hasta entonces la había presentado y que prepararía el camino a su
reformulación en diálogos posteriores. Político, diálogo que incluye una
exposición del método dialéctico platónico maduro, así como de la teoría de la
justa medida, del auténtico político y el auténtico Estado, respecto del cual
los demás modelos de organización política son presentados como imitaciones;32
Timeo, un influyente ensayo de cosmogonía, cosmología, física y escatología,
influido por la tradición pitagórica; n. 14 Filebo, investigación acerca de la
buena vida, de la relación del bien con la sensatez y el placer en cuanto
compuestos de aquél y posibilitadores del vivir bien y provechosamente . 15
Leyes, una teoría extensa y madura acerca de la adecuada constitución del
Estado, que contrapone un mayor realismo al idealismo puro de la filosofía
política presentada en República.
Platón, además, escribió Apología de Sócrates,
Critón, Eutifrón, Ion, Lisis, Cármides, Laques, Hipias mayor, Hipias menor,
Protágoras,33 Gorgias, Menéxeno, Eutidemo34 y Critias.n. 17 Hay varios
escritos cuya autenticidad permanece aún en duda, y los diálogos Alcibíades I y
Epínomis los más importantes entre ellos. n. 18 Lo mismo sucede con las cartas
conservadas, aunque hay casi unanimidad en aceptar el carácter genuino de la
importante carta VII.n. 19Finalmente, nos encontramos con la cuestión de las
doctrinas no escritas de Platón, cuya fuente más antigua es nada más y nada
menos que Aristóteles, quien menciona en varios lugares teorías que no
encontramos en la obra escrita de su maestro.
La obra de Platón puede dividirse cronológicamente
en cuatro etapas:
Primeros diálogos o diálogos socráticos o de
juventud. Se caracterizan por sus preocupaciones éticas. Están plenamente
influidos por Sócrates. Las más destacadas son: Apología, Ion, Critón,
Protágoras, Laques, Trasímaco, Lisis, Cármides y Eutifrón.
Época de
transición. Esta fase se caracteriza también por cuestiones políticas,
además, aparece un primer esbozo de la Teoría de la reminiscencia y trata sobre
la filosofía del lenguaje. Destacan: Gorgias, Menón, Eutidemo, Hipias Menor,
Crátilo, Hipias Mayor y Menexeno.
Época de madurez
o diálogos críticos. Platón introduce explícitamente la Teoría de las Ideas
recién en esta fase y desarrolla con más detalle la de la reminiscencia.
Igualmente se trata de distintos mitos. Destacan: El Banquete —también conocido
como Simposio—, Fedón, República y Fedro.
Diálogos de la vejez o diálogos críticos. En esta
fase revisa sus ideas anteriores e introduce temas sobre la naturaleza y la
medicina. Destacan: Teeteto, Parménides, el Sofista, el Político, Filebo,
Timeo, Critias, Leyes y Epínomis.
Los personajes de los diálogos son generalmente
personajes históricos, como Sócrates, Parménides de Elea, Gorgias y Fedón de
Elis, aunque a veces también aparecen algunos de los que no se tiene ningún
registro histórico aparte del testimonio platónico. Cabe destacar, además, que
si bien en muchos diálogos aparecen discípulos de Sócrates, Platón no aparece
nunca como personaje. Solamente es nombrado en Apología de Sócrates y en Fedón,
pero nunca aparece discutiendo con su maestro ni con ningún otro.
Los primeros diálogos demuestran cierta semejanza
con el estilo de indagación de Sócrates.
Los diálogos del medio desarrollaron un sistema
substancialmente metafísico y ético para resolver estos problemas. Las ideas
centrales son el Mundo de las ideas, teoría que afirma que la mente es imbuida
por una capacidad innata para comprender y aplicar conceptos en el mundo, y que
estos conceptos son, de alguna manera, más reales, o más básicamente reales,
que las cosas del mundo alrededor nuestro; la inmortalidad del alma, y la idea
de que es mucho más importante que el cuerpo; la idea de que la maldad es una
forma de ignorancia, que solo el conocimiento puede dirigir hacia la virtud,
que el arte debería ser subordinado a propósitos morales, y que la sociedad debería
ser gobernada por una clase de reyes filósofos.
En los diálogos posteriores, Sócrates figura menos
prominentemente, y la teoría del Mundo de las ideas es puesta en duda;
preguntas directas más éticas se convierten en el centro. En La República,
Platón ataca el sistema político de la democracia, culpándolo de la derrota de
Atenas en las Guerras del Peloponeso. Platón atribuye la indecisión a las masas
(que votaba sobre todo, incluyendo las estrategias militares) como la razón de
la derrota militar. Propuso, en cambio, una sociedad jerarquizada en tres
niveles, con trabajadores, guardianes y filósofos, en orden ascendiente de
importancia, citando el gran conocimiento de los filósofos acerca de las ideas
como la razón por la cual eran apropiados para gobernar la sociedad del
momento.
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