El Olvido:
interferencia proactiva y retroactiva
Olvido interferencia
El olvido es parte del
nuestro día a día. Existen situaciones en las que se produce el olvido debido a
ciertos procesos de aprendizaje. En ocasiones, algunas personas llaman a la
pareja actual con el nombre de la anterior… ¿Significa esto algo negativo? No debemos preocuparnos, es algo normal,
recibe el nombre de interferencia proactiva. Hemos tenido un pequeño olvido por un aprendizaje anterior.
También
podemos olvidar parte un idioma aprendido después de
aprender otro, en este caso estaríamos hablando de interferencia retroactiva. Ambos casos de interferencias son parte
del proceso de olvido y han sido ampliamente investigadas. En este artículo se aborda el olvido desde la interferencia retroactiva
y proactiva. Sin duda, un tema muy interesante, que todavía hoy, sigue en
proceso de investigación.
Olvido:
Interferencia retroactiva
La
interferencia retroactiva (IR), como define Baddeley
(1999), se trata de la «interferencia
del aprendizaje posterior en el recuerdo». Dicho así, puede sonar un poco
complicado. Así que se van a exponer uno de los experimentos más famosos
llevados a cabo en la psicología de la memoria para explorar la IR.
Elisabeth
Loftus llevó a cabo en 1977 un experimento sobre la IR
que aún hoy sigue siendo un referente. En este estudio, hizo que un grupo de
personas vieran una filmación de un
accidente de tráfico. Después se les hizo varias preguntas en las que se
incluía a qué velocidad iban los coches cuando se produjo el choque. A todos
los sujetos experimentales se les realizó la misma pregunta cambiando solo una
palabra. La pregunta fue: ¿a qué
velocidad chocaron los coches? En las
demás preguntas, la palabra «chocar» fue cambiada por: contactar, topar,
colisionar y estrellar.
Este
cambio de una sola palabra influyó en la respuesta de los sujetos.
La palabra que evocó un recuerdo de más velocidad fue «estrellar», cuya
velocidad fue estimada en 65,6 km/h. «Colisionar» fue la siguiente con 63,2
Km/h, después «topar» con 61,3 Km/h, seguida de «chocar» con 54,7 Km/h y
finalmente «contactar» con 51,1 Km/h. Este
estudio puso en evidencia como una sola palabra es capaz de modificar el
recuerdo de un suceso. Este fenómeno es el que se conoce como interferencia retroactiva.
La
información: ¿se olvida, se destruye o se superpone?
Loftus
(1980), llevó a cabo un nuevo experimento para saber qué
ocurría con la vieja información. Llegó
a la conclusión de que la huella de memoria se distorsionaba o se destruía por
la información posterior. Esto es, la información no se ocultaba, sino que existía una modificación o se eliminaba.
Sin embargo, Bekerian y Bowers (1983), demostraron que bajo ciertas
circunstancias la información original no se destruía.
Los autores utilizaron el
mismo material que Loftus. Expusieron unas diapositivas que mostraban un accidente.
Posteriormente, a un grupo de
sujetos se les preguntó de forma aleatoria por datos de las diapositivas y a
otros de forma cronológica. Los sujetos que fueron preguntados de forma
aleatoria mostraron distorsión de la memoria. Por otro lado, los que fueron
preguntados por orden de ocurrencia no mostraron distorsión. Así pues, Bekerian y Bowers afirman que la
información inicial es superpuesta por la información engañosa, pero no
destruida.
Olvido:
Interferencia proactiva
Como se ha mencionado en la
introducción, la interferencia proactiva
es la responsable de situaciones tan incómodas como llamar a una pareja por el
nombre de la anterior. Mucha gente se pregunta la razón de este hecho, así que
ahora ya le podemos poner nombre: inferencia
proactiva. Se trata en
que el aprendizaje anterior interfiere con el posterior. Un ejemplo muy
cotidiano se produce cuando guardamos un objeto en un lugar concreto y un día
decidimos guardarlo en otro sitio.
Por ejemplo, si siempre
metemos las llaves en un cajón de la entrada pero decidimos ocupar ese cajón
con otros objetos y comenzar a guardar las llaves en el segundo cajón, es muy posible que las primeras veces
abramos el primer cajón. Pero, ¿por
qué ocurre esto? Soriano, Macizo y Bajo (2004) dan una clave. Según los autores, «el fenómeno de
interferencia proactiva ocurre cuando la recuperación de un elemento se ve
dificultada a causa del estudio previo de un elemento similar».
Interferencia
proactiva y una serie muy conocida
El
equipo de Soriano aporta información sobre la razón de la interferencia
proactiva: «estudio previo de un elemento similar». De esta forma,
este tipo de interferencia tiene lugar cuando las claves o los elementos son
más parecidos entre sí. Por ejemplo, no es lo mismo cambiar las llaves de cajón
(de arriba abajo), que cambiarlas de habitación. Otro ejemplo popular ocurre con una serie de televisión española
llamada «Aquí no hay quien viva».
Dicha serie se emitía en un
canal concreto, pero cuando acabó, se llevó acabo una especie de continuación
en otro canal, con casi los mismos actores y casi la misma temática, solo que
con diferente nombre: «La que se avecina». ¿Qué ocurre? Mucha gente, cuando
quiere hacer referencia a la continuación, esto es, «La que se avecina», suele
decir «Aquí no hay quien viva». Casi los mismos actores, argumentos y tramas
parecidas, hacen que los elementos sean parecidos. Así pues, no es difícil
pensar en la segunda serie pero nombrarla como la primera.
Bibliografía
Baddeley,
A. (1999). Memoria Humana. Teoría y Práctica. Madrid: McGraw-Hill.
Bekerian, D. y Bowers, A.
(1983). Eyewitness testimony: were we misled? Journal of Experimental
Psychology: human Learning and Memory, 9, 139-145.
Felipa, Mª., Macizo, P. y Bajo,
T. (2004). Diferencias
individuales en tareas de interferencia episódica y semántica. Psicothema, 16, (2), 187-193.
Loftus, E. (1977). Shifting
human color memory. Memory and cognition, 5, 696-699.
Loftus, E. (1980). Memory.
Reading, MA: Addison-Wesley.
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