Acaba de lanzarse la actualización del sistema operativo del Apple Watch que permite utilizar los modelos más recientes (Series 4) para realizar electrocardiogramas (ECG), pero que además mejora las demás versiones del reloj en relación con sus funcionalidades relacionadas con el control del ritmo cardiaco.Como se recordará, el pasado mes de septiembre Apple presentó un nuevo modelo del que es, según muchos estudios comerciales, el reloj más vendido del mundo. Le incorporó un nuevo diseño con mayor pantalla, mejoras en su procesador y, lo que a la postre resultó la más notoria innovación, un sistema para poder trazar un ECG del usuario. En esta sección hemos hablado de cómo los relojes inteligentes están siendo decantados por el propio mercado hacia utilizaciones relacionadas con la salud, el cuidado personal y el ejercicio físico, y desde esta perspectiva la posibilidad de emplearlos para recoger mayor información relativa al funcionamiento cardíaco parecía una muy buena orientación de futuro.
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