Un
joven autista cuya madre tomó el antiepiléptico valproato durante el
embarazo será indemnizado con 1,3 millones de euros
La justicia francesa reconoce que los trastornos de un
hombre de 20 años se deben a que su progenitora consumió Dépakine durante la
gestación
Tiene
20 años. Es autista. Sufre una malformación cardíaca. Es dependiente. La
justicia francesa reconoce que estos trastornos están relacionados con un
antiepiléptico, el valproato sódico. Pero no lo consumía él. Se lo
administraron a su madre durante el embarazo. Ella tomaba Depakine, medicamento
de Sanofi que contiene el citado principio activo. Y ahora los investigadores han
demostrado los riesgos que conlleva para el feto medicarse con
este fármaco en plena gestación. El periódico Le Parisien acaba
de publicar que este joven es una de las primeras víctimas que recibirá una
compensación por el valprotado en Francia: será indemnizado con 1,3 millones de
euros.
La compensación será abonada por una
entidad estatal, la Oficina Nacional de Compensación por Accidentes Médicos, un
organismo al que, según publica el diario Le Monde, el
laboratorio Safoni se negó a contribuir a principios de este año. La madre del
joven afectado, del sur del país, ha difundido la información sobre el caso,
pero ha querido que la familia preserve el anonimato.
En marzo del 2018 se creaba en España
la Asociación de Víctimas por Síndrome del Ácido Valproico (Avisav), con sede
en Madrid, informaba Cris Barral. La presidenta del colectivo, Carmen Rosa
Galán, explica que el objetivo de la asociación es luchar por los derechos de
los que sufren las consecuencias del consumo de Depakine y otros
fármacos que se basan en el mismo principio activo durante el embarazo.
Los progenitores han tomado la iniciativa por la gravedad del caso y lo que
califican de «pasividad» de las autoridades.
En
Galicia se ha confirmado al menos un caso, el de una madre de Salceda de
Caselas cuya hija, que está a punto de cumplir 6 años, fue diagnosticada de
autismo, pero Carmen Rosa Galán cree que puede haber muchos
más.
Desde esta asociación indican
que los efectos teratogénicos del valproato sódico son conocidos desde 1980. Ya
en los años ochenta se indicó que exposición intrauterina al valproato
ocasionaba alteraciones en el cierre del tubo neural (espina bífida) en los
menores. Posteriormente diferentes publicaciones científicas fueron confirmando
que producía «malformaciones connatales compatibles con un fenotipo
característico denominado síndrome fetal por valproato». Se caracteriza por
dismorfia facial, anomalías congénitas, retraso en el desarrollo, especialmente
en el lenguaje y en la comunicación, y diversos trastornos compatibles con un
espectro autista.
La presidenta de Avisav destaca
que en
España no existe un registro de afectados. Se están derivando
casos para su seguimiento a la unidad de salud medioambiental pediátrica del
Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, que es
referencia nacional. «Estamos empezando. Este es un problema muy gordo. Nos
hemos puesto en contacto con el Ministerio de Sanidad, pero todavía no hemos
conseguido nada», explica la presidenta. Cualquier persona que quiera
contactar con la asociación puede hacerlo a través de la web.
«Jamás supe que causaba
esos trastornos»
c.
b.
Esta
mujer de Pontevedra tomó ácido valproico para la epilepsia durante el embarazo.
Su hija nació con autismo
Le diagnosticaron epilepsia tras una
operación. Un neurólogo privado fue quien le recetó el Depakine para
combatir unos pequeños espasmos que pasaron a ser convulsiones.
Esta madre de Salceda de Caselas prefiere que no figure su identidad, pero sí
quiere contar su caso por si ayuda a otras familias. «Cuando ya estaba casada y
pensaba en algún día tener un niño pregunté por los efectos del medicamento. Me
dijeron que en dosis bajas y con ácido fólico no había riesgo»,
cuenta.
El embarazo de riesgo transcurrió sin
sobresaltos y su hija nació el 19 de junio del 2013. «El problema llegó cuando
la niña fue creciendo. No hablaba, no coordinaba los movimientos, no tenía
equilibrio, le daban rabietas, no seguía la mirada y no respondía si la
llamabas por su nombre», explica. En octubre del 2015 llegó el varapalo.
Un neuropediatra confirmó que la pequeña tenía autismo derivado del consumo de
ácido valproico durante el embarazo. «Jamás tuve información de
que este medicamento causaba trastornos en el neurodesarrollo», subraya. Esta
mujer dice que su niña mejoró, pero tiene problemas de lenguaje. Se plantea
denunciar: «Me sentí abandonada. Es difícil demandar a un médico, estamos
estudiando el tema, lo más probable es ir contra la farmacéutica». https://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2019/05/23/madre-tomo-antiepileptico-valproato-durante-embarazo-autismo-malformacion-recibira-13-millones-indemnizacion/00031558635824220116647.htm
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