Ahora que empiezo, como cada uno de
los últimos años, un periodo de docencia extenso en la Universidad, os dejo
algunas reflexiones sobre cómo me planteo la difícil tarea de educar sin
aburrir o desmotivar, hoy.
Sabéis que nuestros jóvenes han
cambiado social, ética, cognitiva, culturalmente y en todos los demás sentidos
que sienpre analizamos aquí . Llamábamos hace un tiempo “Metodologías de
la pasión” a las adecuadas en el contexto postdigital actual
(acaba de publicarse un libro en el que dedicamos un capítulo a ello, Pedagogías Emergentes, de la editorial Octaedro).
Os dejo la idea básica, que amplío
en el video:
Educar con las redes sociales es
educar en el hábitat hoy natural del instrumento pedagógico más poderoso que
existe.
Así, parece que avanzamos en la
dirección que creo adecuada: la de un mundo más espontáneo y natural, más
cercano a las temidas, olvidadas y vilipendiadas emociones. Sólo el arte
(muchas veces controlado por los instrumentos de poder) se había atrevido
históricamente a revelar, a publicar, a popularizarlas.
Hoy, sin embargo, los Youtubers,
cada uno de nosotros en nuestras redes sociales, en las nuevas plazas públicas,
nos desnudamos emocionalmente un poco más. Es una forma única de reconocernos
iguales en la diversidad, de sembrar la empatía, la inclusión y el respeto, de
recuperar el espectro de la emoción como fundamental para una evolución que de
verdad sea humana.
Leía recientemente un artículo de Thom Markham
que coincidía en este planteamiento, así que me he animado ahora a extenderme
en el tema.
Hablamos, entre otros temas, de
antecedentes y bases de la educación desde siempre, de corrientes teóricas
actuales (pedagogías emergentes de nuevo) y de cómo, hoy, en el contexto
postdigital en que los jóvenes habitan en redes sociales, la educación
empática, las metodologías de la pasión, son las idóneas.
Si la clave para el aprendizaje es
la significación de lo aprendido, en este entorno social global de
interconexión, podemos hacer más significativos los aprendizajes gracias a las
redes sociales y las posibilidades que nos abren de conectar, en tres sentidos
principales:
–La conexión y empatía con las particularidades de los
alumnos (personalización de la educación, Inteligencias
múltiples, etc. aprovechando los recursos y posibilidades de segmentación que
nos ofrrecen las redes)
–El acompañamiento en la conexión temprana de los alumnos con las comunidades profesionales.
-La conexión o compromiso con el mundo, en el que podremos incidir también gracias a las nuevas posibilidades que nos abren Internet y las redes.
–El acompañamiento en la conexión temprana de los alumnos con las comunidades profesionales.
-La conexión o compromiso con el mundo, en el que podremos incidir también gracias a las nuevas posibilidades que nos abren Internet y las redes.
Se trata, en todos los casos,
de conexión entre seres humanos. Y en ese caso, son la empatía y las
habilidades y competencias que se le asocian, lo esencial, la base de la
conexión. Así, considero que deberíamos considerar su educación de forma
transversal al estudio de cualquier especialidad.
Lo cuento en el video: en un sentido
más práctico, recomiendo el trabajo con etiquetas o hashtags que nos ayuden a
encontrarnos y organizarnos en las distintas redes. En mi caso, trabajo en el
aula con Twitter, Instagram, Facebook, Youtube, Periscope a veces, etc. ,
(encontraréis enlaces, contenidos relativos a mi asignatura de #comdigi
en la mayor parte de estas plataformas).
En fin… si queréis participar de una
reflexión sobre la educación actual desde la docencia Universitaria, os
recomiendo el video de esta semana en El caparazón Inside. Allí o aquí lo
hablamos ;) Fuente El Caparazón.
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