Evaluación del Estado de Desarrollo por Padres (PEDS)
Uno de los métodos más breves y válidos para el diagnóstico precoz de retrasos en el desarrollo y que tomamos como ejemplo de aquellos instrumentos basados en la información de los padres, es este PEDS. Este no es considerado como un test de screening únicamente, sino también un instrumento para ser utilizado en diversas situaciones relacionadas con el desarrollo, el comportamiento y la familia. Los autores son Ellsworth y Vandermeer, y puede utilizarse desde el nacimiento hasta los 8 años.
Está diseñado para poder tomar una decisión acerca de la derivación o no de los niños evaluados, al detectar y valorar tanto elementos de desarrollo como problemas de conducta o de salud mental. Según el manual los resultados de la investigación avalan la importancia que debe concederse a las preocupaciones que los padres manifiestan a los pediatras, ya que la relación entre las preocupaciones que muestran los padres y los datos observados en el desarrollo y comportamiento de sus hijos, revelan que con respecto a los niños:
un 11% muestra un riesgo elevado de disfunción y requiere la derivación a profesionales que realicen evaluaciones más completas. Un 26% muestra un riesgo moderado y requiere un screening del desarrollo y seguimiento. Un 20% muestra un riesgo bajo de disfunción y necesita fundamentalmente consejos sobre formas de actuación en el desarrollo. El 43% restante únicamente necesita una revisión periódica normal.
Otras características de este instrumento serían: alta sensibilidad e identifica del 74% al 80% de los niños con trastornos del desarrollo, alta especificidad, el lenguaje de las preguntas permite que casi todos los padres puedan comprenderlo y responderlo, tiene una hoja de recogida de datos que permite resumir y recomendar determinadas pautas de actuación, está validada en más de 771 niños de EEUU y evaluados en diversos contextos,la estandarización se realizó con más de 971 familias diversas, puede traducirse fácilmente gracias a su brevedad y es muy económica, cumple las recomendaciones para la detección precoz de diversas organizaciones y asociaciones profesionales competentes, es útil independientemente del nivel de los padres.
Aplicación e interpretación
Consta de 10 preguntas, según los autores, cuidadosamente seleccionadas para que los padres mientras esperan, muestren sus inquietudes o preocupaciones, si las tienen, respecto a su hijo. Se puede tardar aproximadamente 5’ en contestar si se aplica en modo de entrevista. Puede ser administrada por profesionales muy diversos, incluso por personal administrativo, ya que requiere de un mínimo entrenamiento para su aplicación, y la forma de puntuación es muy sencilla.
Así, informa sobre cuándo derivar, cuándo volver a realizar una prueba de screening o si derivar para realizar alguna exploración adicional. Permite una triple interpretación de los datos: alto, moderado o bajo riesgo de problemas del desarrollo, de conducta/salud mental o problemas escolares.
Fiabilidad y validez
El manual ofrece los siguientes datos respecto a la fiabilidad del instrumento: la fiabilidad entre observadores varía entre el 80% y el 100%, a través de diferentes cuestiones, siendo el valor promedio del 95%; en cuanto a la fiabilidad test-retest los valores oscilan entre el 80% y el 100% de acuerdo; la consistencia interna refleja en el PEDS un valor global del 0.81 lo que indica que, según os autores, las respuestas de los padres a cada ítem tienen un alto grado de consistencia.
La validez concurrente que muestra el instrumento respecto a una amplia batería de pruebas, permite a los autores afirmar que aunque la mayoría de las correlaciones son altas, no siempre lo son en las áreas de evaluación esperadas.
Brigance screens
Este instrumento, cuyos autores son Brigance y Glascoe, contiene once formas separadas, diseñadas para evaluar cada una de ellas desde el nacimiento hasta los 7 años de edad. Exploran desde habilidades motrices al conocimiento general, así como el progreso académico. El instrumento se basa en la observación de comportamientos provocados por el evaluador y únicamente en los niños más pequeños puede interpretarse sobre la base de las respuestas de los padres.
El test puede puntuarse e interpretarse a través de medios computerizados. Dicha interpretación nos proporciona puntos de corte, edades equivalentes, percentiles y cocientes en las áreas de motricidad, lenguaje y habilidad para la lectura, a excepción de la escala de primera infancia que aporta puntuaciones en habilidades no verbales y de comunicación. Los puntos de corte que proporciona a todas las edades indican una potencial sobredotación o, un riesgo psicosocial.
La sensibilidad y especificidad
del instrumento oscila entre el 70% y el 82% en función de las edades
evaluadas. La fiabilidad oscila entre el 0.65 y el 0.98. Este instrumento posee
una aceptable validez de contenido, una excelente validez concurrente, así como
una adecuada validez predictiva
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