La Escala Observacional del Desarrollo (EOD)
La EOD, cuyo autor es Secadas, es un repertorio de conductas procedentes de observaciones y experimentos, recopiladas de una gran multitud de fuentes y contrastadas por varios equipos de investigación. Se propone una triple finalidad:
Procurar dotar a padres y educadores de un instrumentos diagnóstico del estado de desarrollo en el que se encuentran los niños en el momento de la exploración Diseñar un procedimiento de intervención educativa destinado a recuperar aquellas formas de conducta en las que los sujetos explorados acusen retraso notable Describir los procesos y secuencias temporales de las principales áreas de desarrollo.
En el manual de la EOD se especifica que el procedimiento seguido para el diagnóstico podría definirse como “observación retrospectiva guiada por el cuestionario”. No se estimula al niño, sino que simplemente se pregunta a los padres u otras personas que le conozcan, o a él mismo si es capaz, sobre si realiza determinadas conductas. Por ello, la normalidad cronológica se cifrará en el número y calidad de comportamientos que el niño ejecute con respecto a su edad.
Las conductas se agrupan según una clave de codificación, con el fin de mostrar el sentido de los rasgos más característicos y de facilitar la comprensión de los procesos psicológicos en curso. Las observaciones de presencia o ausencia de las conductas se depositan en un perfil sobre el cual queda plasmado el desarrollo alcanzado por el sujeto. Así que primero se seleccionan las conductas que describen cada una de las edades de desarrollo en distintos aspectos o rasgos y con estas conductas se construyó un cuestionario evolutivo. Así, el estado evolutivo del sujeto bastará con trazar el perfil de comportamientos en función de que se informe si el niño realiza determinados comportamientos o no.
La escala se ha dividido en tres períodos de unidades internamente comparables, pero no siempre uniformes con las de períodos adyacentes: primer año (mes a mes), segundo año (dos semestres) y en adelante hasta la edad de 17 años inclusive (cuestionario de año en año).
Fundamentación teórica
Según su autor, las fases del cambio en el desarrollo se pueden concebir de diversas formas: por yuxtaposición meramente activa de los estados o fases; por sustitución y suplantación de la forma de conducta anterior por la siguiente; como efecto de una subordinación latente de las formas precedentes a la posterior; finalmente, por integración de las conductas anteriores con las siguientes en un sistema que las reorganiza a otro nivel.
En cuanto al proceso interno responsable del cambio, el autor se inclina por un mecanismo de automatización o supresión de las habilidades mediante un proceso asimilable al juego y a la configuración de nuevas estructuras de habilidades montadas sobre otras automatizadas previamente. El mecanismo transformador se libera de los contenidos mediante la supresión positiva y negativa. Aprender significa crear estructuras elaboradas de conducta, así, aprender es un proceso de asimilación ascendente, sin embargo, el proceso completo comprende otra fase de desecho de lo inútil y de consolidación y rutina de lo estable.
La habilidad sería el producto de todo el proceso. Se define como facilidad y precisión en la ejecución de los actos; y también como conjunto de disposiciones favorables para hacer más fácilmente una tarea. El conjunto de destrezas secuenciales orientadas funcionalmente a su destino o finalidad forman una estructura.
Conforme la ejecución alcanza un grado ágil de funcionamiento, la habilidad se va suprimiendo, asimilando y desatendiendo, hasta realizarla automáticamente. Adquirida una habilidad tiende a cesar el juego correspondiente.
El autor afirma que este desarrollo mental no se comprende excluyendo el juego.
Descripción del instrumento
Esta escala consta de 5 partes: índice, almacén, cuestionario, esquema y ficha perfil. El índice responde a rasgos latentes en los comportamientos observados y aparecen o desaparecen del esquema en función de las edades.
Los rasgos a explorar son reacciones afectivas, desarrollo somático, despertar senso-perceptivo, reacción motriz, coordinación precepto-motriz, contacto y comunicación, conceptuación, normatividad, conducta ético-social y reflexión.
El almacén reúne todas las conductas registradas, con la edad a la que corresponden, aunque no aparezcan en el cuestionario final. Su utilidad consiste en:
suministrar un surtido de conductas alternativas para el caso en que las del cuestionario resulten inadecuadas,
proporcionar un remate lúdico para rescatar conductas retrasadas, y
afianzar más la evaluación cuantitativa cuando la estimación de la edad se presente problemática.
El cuestionario contiene el elenco de conductas que se presenta a los conocedores del niño, estos elementos están ordenados y se contesta sí o no. El esquema consiste en un resumen del índice, calcular el total del raso, el total superado, el cociente y el porcentaje. La ficha perfil, es la hoja de respuestas que posteriormente se convierte en gráfico.
Interpretación
Dentro de cada rasgo de la escala, la suma de conductas respondidas afirmativamente constituye la puntuación total sujeto, la cual dividida por el total rasgo, permite obtener un cociente que (x100) es el porcentaje de desarrollo de dicho rasgo. Estos porcentajes se trasladan a un perfil de rasgos. Todos los rasgos que obtienen un porcentaje inferior al 50% se consideran deficitarios.
Fiabilidad y validez
El manual aporta datos acerca de los estudios realizados sobre fiabilidad y validez de la escala. La fiabilidad se ha realizado contrastando una primera medición con una segunda aplicada por universitarios en algunas edades, así se ofrecen datos de errores medios cometidos. En cuanto a la validez, se expresa la intención del autor por resaltar la validez diagnóstica del instrumento. Para ello se confrontan tres niveles de edad con edades contiguas.
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