Test de Denver: Qué es y cómo evalúa el desarrollo infantil
Autora: Karla Arango Filóloga hispánica
El test de Denver pertenece al conjunto de herramientas psicológicas para la recopilación e interpretación de datos sobre el desarrollo evolutivo infantil. Gracias a este tipo de instrumentos el profesional de la psicología puede dar un dictamen más preciso sobre el estado evolutivo del infante.
Gracias a este tipo de test se puede garantizar el correcto desarrollo del infante o la posibilidad de continuar y fomentar la estimulación en niños que marquen por sobre el promedio en los resultados del estudio.
¿Qué es el test de Denver?
Es una prueba psicométrica que abarca aspectos complejos del desarrollo del sistema nervioso central humano, dentro de las baterías usadas para el trabajo infantil esta tiene una posición privilegiada puesto que trabaja fuertemente aspectos psicomotrices.
Una de las particularidades del test de Denver es que establece los parámetros de medición para determinar el nivel de desarrollo infantil a partir de la media estadística resultante de la misma prueba.
Parámetros del test de Denver
El test de Denver cuenta con 55 ítems indicativos, configurados como puntos reactivos específicos. Estos se encuentran distribuidos en cuatro áreas principales del desarrollo humano.
Durante la prueba solo se aplican aquellos ítems que se correspondan con la edad del menor, el evaluador es quien al fin de cuentas determina cuáles serán los ítems por utilizar dependiendo el infante en observación.
Área personal social
Los ítems correspondientes a esta área específica del test tratan de dar cuenta de la relación personal del niño en cuanto a hábitos y herramientas que usa para el autocuidado, incluyendo rutinas de aseo y de seguridad.
Por otro lado, el test en esta área tiene en cuenta la capacidad para entablar y sostener relaciones sociales al igual que la calidad de las mismas.
Área del lenguaje
Mediante los ítems utilizados para medir el desarrollo en esta área no solo se trata de establecer la capacidad lingüística individual, sino el nivel de complejidad social implícito en el acto comunicativo.
Es decir, no solo se mide la claridad y el léxico con el que se expresa, sino la capacidad comunicativa a nivel social y la competencia a nivel de seguimiento de ordenes o sugerencias.
Área de motricidad fina
En esta sección de la prueba se trata de esclarecer las habilidades del infante a nivel de motricidad fina. Coordinación mano ojo, atención, concentración y habilidad manual como tal, este grupo de factores dan cuenta de la capacidad ejecutiva superior humana.
Recortar, dibujar, armar rompecabezas, pintar y otras actividades relacionadas ayudan al evaluador a dar cuenta del nivel de desarrollo en cuanto a motricidad fina.
Área de motricidad gruesa
El nivel de motricidad gruesa da cuenta de la relación del niño con su cuerpo de forma general. Esta área es relativamente sencilla de evaluar en relación a la capacidad de movimiento del niño.
Saltar en un pie, lanzar una pelota y otros movimientos relativamente sencillos dan cuenta del nivel de desarrollo del infante en cuanto a su motricidad gruesa.
¿Cómo se aplica el test de Denver?
El test es de aplicación sencilla, el apoyo del evaluador es definitivamente un factor decisivo en cuanto a la capacidad de análisis e interpretación de los datos, puesto que, a pesar de ser un test bastante preciso en cuanto a los resultados, estos dependen directamente de la observación.
Por otro lado, la historia del infante previa a la prueba debe ser tenida en cuenta por el evaluador a la hora de sopesar los resultados de la misma.
La empatía
Un aspecto clave a tener en cuenta para el test de Denver, es el nivel de empatía que existente entre el evaluador y el infante. Esto es sumamente relevante puesto que sie no existe un adecuado nivel de empatía el menor puede sentirse cohibido para expresar el máximo de sus capacidades.
El ambiente
En cuanto al lugar donde se realiza el test debe ser un lugar controlado, libre de distracciones y en la medida de lo posible un lugar conocido por el niño, donde se sienta cómodo y seguro.
En este punto es importante resaltar que en ocasiones se realiza este test en lugares educativos donde hay otros niños y personas alrededor. En este caso se puede decir que el ambiente es controlado puesto que es un lugar común para el niño.
En estos casos se recomienda que los diferentes ítems sean aplicados previa indicación por el educador encargado del niño, quien tiene o debe tener el nivel de empatía suficiente para convidar al niño a la realización de los ejercicios.
El evaluador se dedicará a realizar la observación de la manera menos invasiva posible teniendo en cuenta que esto puede afectar el desempaño del niño al sentirse doblemente evaluado.
Ítems e implementos para el test de Denver
Como se mencionó anteriormente, el evaluador es quien decide cuáles son los ítems que ha de utilizar, esto se debe hacer primero basado en la edad cronológica del niño, pero el evaluador puede decidir usar ítems de una línea de edad superior o inferior en caso de considerarlo necesario.
En términos generales estos son los implementos que se usan durante la prueba: Bolas de lana o hilo, campana, pelota mediana (De tenis o proporcional), canicas, sonajero-cascabel o maraca, frasco con tapa de rosca, lápiz de grafito o carboncillo, 8 cubos de 23 mm aproximadamente.
¿Cómo interpretar los resultados del test de Denver?
Al momento de interpretar los resultados es fundamental tener en cuenta que el test de Denver no es un test para medir la inteligencia en los niños. Esta prueba se enfoca en medir el nivel de desarrollo del niño con respecto a su edad cronológica y a los demás niños de su contexto.
En caso de que el niño no logre la mayoría de los ítems, es necesario determinar las condiciones de desarrollo realizando una evaluación individual profunda del contexto familiar e histórico del menor.
En ningún caso el test determina una enfermedad en el desarrollo, pero si tiene un gran valor indicativo. Por medio del test se pueden tener los primeros indicios de diferentes problemáticas tanto del desarrollo de las facultades mentales superiores, como del desarrollo fisiológico.
Si el niño no logra completar la mayoría de ítems de un área específica, el evaluador puede realizar recomendaciones puntuales para fortalecer el desarrollo en este aspecto o bien puede realizar una remisión del mismo según determine de acuerdo al nivel de acierto o fallo.
Es importante tener en cuenta que no en todos los casos los niños tienen una relación perfecta entre las diferentes áreas, posiblemente hayan trabajado más unas que otras.
Mediante la prueba se da cuenta de los niveles de estimulación y se pueden realizar recomendaciones para aquellos menores que estén bien en general, pero hayan fallado en ítems aislados. Igualmente, para niños que estén abajo o por arriba de la línea media para su edad.
Es importante tener en cuenta, si el niño puede realizar la prueba solo, o necesita una pequeña indicación. O si incluso indicándole la forma no realiza el ejercicio.
Otro factor a tener en cuenta es si el niño muestra índices de frustración, por ejemplo, abandonando la prueba antes de concluir el tiempo establecido para la misma. Esto no es común por lo que debe ser tenido en cuenta a la hora de tasar los resultados.
En términos generales esto es todo lo que debes saber sobre el test de Denver, esperamos que haya quedado lo suficientemente claro.
Karla Arango
Filóloga hispánica, investigadora literaria y poeta. Apasionada por la literatura, el arte, la cultura y la psicología. Soy redactora y editora para varios blogs de habla hispana, editora crítica y una eterna enamorada de las palabras.