¿En qué aspecto es mejor un cepillo de dientes que el
sistema educativo?.
por Angel Fidalgo.
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Un cepillo de dientes es
capaz de avisar si no se usa de forma correcta, una simple pulsera es capaz de
recomendarte la distancia que tienes que caminar para tener una vida saludable,
un coche es capaz de frenar (sin el consentimiento del conductor) ante una
situación de inminente atropello, incluso un abrigo es capaz de
regular la temperatura para que te sientas confortable en cualquier condición
atmosférica desfavorable.
En todos los sectores la
tecnología recoge evidencias, las analiza en base a unos criterios definidos
por expertos y realiza un diagnóstico. El diagnóstico puede ser una
recomendación e incluso una acción.
En algunos casos quizás es
superfluo el que se analicen evidencias y se hagan diagnósticos. Pero en
otros casos, sobre todo en situaciones importantes para el ser humano como es
la salud, la seguridad o la alimentación es imprescindible.
Decía que todos los
sectores han incorporado estos procesos, bueno, no todos. Hay uno que es muy
importante para el ser humano, pero aún no lo ha incorporado. Es el sector de
la educación.
No se trata de incorporar
tecnologías super novedosas, se trata de tener en cuenta las evidencias que se
generan por la interacción de las personas con las tecnologías (ya sean
novedosas, consolidadas o antiguas). Hay situaciones, muy habituales en la
enseñanza universitaria, que las únicas evidencias que se recogen del alumnado
son los exámenes. No hay sistemas que recojan evidencias en el día a día
y ayuden al profesorado a tomar decisiones, e incluso al propio alumnado.
Es cierto que hay un área
que se denomina Learning Analytics que trata de hacer estos
procesos, pero actualmente es un campo de investigación, donde se estudia más
las técnicas de análisis que la incorporación a lo que ya existe.
Lo curioso de todo es qué
tecnologías tenemos y utilizamos de forma habitual, por ejemplo los sistemas
e-learning (como Moodle) e incluso los móviles. Sin embargo casi nunca el plan
formativo se realiza para recoger evidencias, analizar y diagnosticar.
El cepillo de dientes es
capaz de guiarte para conseguir unos objetivos, recoger evidencias para ver si
estás cumpliendo esos objetivos, analizar los resultados y recomendarte
acciones correctoras. Incluso te puede enviar un correo electrónico
si hace tiempo que no lo usas. Todo esto es posible porque los diseñadores se
dieron cuenta que incorporando Bluetooth, sensores de movimiento y una App
además de limpiar, el cepillo puede formar.
El sistema educativo (del
que el profesorado formamos parte) tiene que darse cuenta que la tecnología
educativa, además de cumplir sus objetivos (por ejemplo que el alumnado pueda
acceder a los recursos de una asignatura) debe generar evidencias, por ejemplo,
de qué, cómo, cuándo y para qué utiliza el alumnado dichos recursos.
No dejemos escapar este
nuevo tren.
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