miércoles, 21 de diciembre de 2016


Un nuevo código de barras más pequeño y con más información.

Científicos crean un nuevo sistema de codificación óptica, basado en rayos de luz procedentes de unas etiquetas que miden tan sólo 3 milímetros y que pueden albergar mayor información que los códigos actuales.
Cuando se cumplen 35 años del sistema de cambió las ventas en todo el mundo, investigadores del Media Lab de Massachusetts Institute of Technology (EEUU) han evolucionado el código de barras presentado el Bokode, un nuevo sistema de codificación óptica, basado en rayos de luz procedentes de unas etiquetas que miden tan sólo 3 milímetros, el ancho que tiene una arroba en el teclado estándar, y que pueden albergar mayor información que los códigos de barras actuales.
El código de barras convencional tiene un diseño sencillo, basado en la combinación de 59 barras negras y blancas con números situados debajo de éstas. Los objetivos de sus creadores también eran bastante sencillos, acelerar la fila de cobro y otorgar a los supermercados una nueva herramienta para dar seguimiento a sus existencias.
Para su lectura es necesario tener un escáner que emite una luz roja en movimiento que es reflejada por los espacios blancos del código, y que el ordenador, obteniendo la información asociada (principalmente el nombre y el precio del producto). Ahora, se ha lanzado el Bokode, que supone un paso más en los objetivos de rapidez y control que el código de barras. El comerciante solo tiene que acercar una cámara fotográfica convencional a los estantes para obtener la información. Las nuevas etiquetas podrán contener, por ejemplo, toda la información nutricional de un alimento, o en un medicamento la dosis prescrita. Al poder escanear varias etiquetas a la vez, se podrá comparar al instante precios, composición o cualquier cualidad entre productos incluida en el etiquetaje.
Más allá de una función comercial, este nuevo sistema puede tener una aplicación en diversos campos. Los inventores del Bakode aseguran, por ejemplo, podrá ser usado en museos, donde, apuntando con la cámara del móvil, se obtendrá toda la información de un lienzo. También se podrá usar en la creación de escenarios virtuales o personajes para videojuegos.El nombre de Bokode procede de bokeh, un término japonés con el que se designa en fotografía a la zona que queda fuera de foco, y por tanto borrosa. El sistema se basa una cámara desenfocada para grabar toda la información en la diminuta etiqueta, que luego puede ser leída por una cámara normal enfocada al infinito

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